Venderle comida a la mente, no a la gente,

Hace tiempo que vengo leyendo libros acerca de marketing e influencia, y me di cuenta de que se habla muy poco sobre marketing en gastronomía. La verdad es que es un tema muy lindo y amplio.

Hoy quiero continuar con este tema que había comenzado hace tiempo.

“Vende a la mente, no a la gente”:

Este libro desafía las convenciones tradicionales al proponer que, en lugar de tratar de influir en las decisiones a nivel lógico, debemos apelar a las emociones y conexiones genuinas.

A través de anécdotas cautivadoras y estudios de casos convincentes, el libro nos guía en un viaje de descubrimiento, desentrañando cómo las decisiones de compra están arraigadas en nuestras emociones más profundas. Explora cómo los principios psicológicos se entrelazan con las estrategias de marketing, y cómo podemos aplicar este conocimiento en diversos campos, desde la cocina hasta la publicidad y más allá.

Cómo lo relacionamos directamente con la cocina:

El Poder de los Colores en la Cocina

Un tema que muchos no tienen en cuenta y que es muy importante son los colores que se usan. De hecho, es fácil recordar y relacionar ciertas marcas con los colores que suelen presentar. Coca-Cola, que suele presentar el color rojo, tiene la intención de transmitir emociones y asociaciones específicas, como la pasión, la energía y la felicidad. Es cuestión de intentar recordar algunas de las publicidades que realizaban o realizan y que siempre están muy ligadas a la felicidad o a aquello que nos hace felices, como la Navidad, por ejemplo.

Starbucks, por otro lado, usa mayormente el color verde. El verde transmite frescura y naturalidad, lo que se alinea con la imagen de ingredientes de calidad y opciones saludables que ofrecen. Si bien la experiencia que ofrece Starbucks es mucho más grande que solo ingredientes de calidad, intentan transmitirlo desde el principio.

Y así es como muchas empresas en relación a la gastronomía utilizan lo visual, en este caso, los colores, para generar alguna emoción o relación, como es en el caso de Starbucks. Pero ¿cuál es el fin de todo esto?

Colores en la Gastronomía

Imagina que llegas a una cuadra o calle donde, de un lado, tienes una cafetería X y, en la otra, la cafetería Y. Ambas venden lo mismo, el mismo café, la misma comida. Ambas pintadas de blanco. Una tiene la puerta limpia, impecable, y la otra tiene pequeñas manchas de suciedad, ya sea barro o café. Algo no te cuadra, algo no te agrada, ya que aprendimos a identificar que la suciedad o el aspecto desarreglado no son adecuados para la comida. Durante tanto tiempo nos enseñaron acerca de la limpieza de los mismos, que al ver algo sucio nos genera rechazo. Esto mismo pasa con los colores que se usan.

¿Te imaginas un lugar que venda productos frescos pero que esté pintado de un amarillo frío?

Si bien el amarillo puede representar felicidad y optimismo, como lo fue en el caso de McDonald’s durante mucho tiempo, “cajita feliz”, “momentos felices”, es muy difícil que represente frescura. Piénsalo desde lo natural, las hojas verdes o las hojas amarillas representan polos super opuestos. Vemos durante toda nuestra vida estos colores, no es para nada raro que el verde representad mejor lo fresco.

Incluso, cambiar el logo de la marca del café a negro cambia:

Y si cambiamos de color la taza?

Los colores en gastronomía, influyen y bastante.

Nespresso

La marca Nespresso se dio cuenta de que no podía ni debía competir con la misma idea, más allá de que “venden café”. La idea que existe alrededor es muy diferente. Esta marca de cafeteras y cápsulas de café utiliza colores elegantes y sofisticados, como el negro y el blanco. Estos colores transmiten la idea de calidad y lujo, resaltando la experiencia premium que ofrecen.

Podemos ver muy bien esta idea cuando lanzaron su campaña de:

What Else y sus colores

Con George Clooney, con traje negro, llegando a fiestas o eventos de mucha elegancia. Colores metálicos, trajes de gala.

Yo trabajé con una de las máquinas que hacen Nespresso, de color negro, con detalles metálicos y leds blancos que iluminaban toda la máquina, convirtiendo la tarea de hacer un café rico en un proceso llamativo de ver, con una máquina sofisticada.