¡Hola!
Comenzar en lugares nuevos siempre trae consigo desafíos. Si bien, como cocinero, hay muchas habilidades que se adquieren con el tiempo, cuando un plato “sencillo” se presenta para hacerlo y sin tener la práctica, puede pasar de sencillo a complicado. Los platos más básicos siempre serán los más difíciles de llevar adelante. Este grado de dificultad bajo en la elaboración hace que tengamos que hacerlos a la perfección. En este caso, hablo del risotto, o una variante muy rica.
Son pocos los ingredientes para realizar un risotto: arroz, caldo, cebolla y en este caso, cabutia. Nunca debemos olvidar la manteca y el vino. Lo que vuelve difícil hacer un risotto es que, si te pasas de caldo, el arroz va a pasarse de cocción y el grano se va a romper. El punto más aceptado para hablar de un risotto es al dente, y esto refiere a cuando el centro del arroz está duro, como que hay que masticarlo, de ahí la definición al dente.
Breve aclaración del diccionario mundial gastronómico, Google: Cuando un alimento está “al dente”, significa que está cocido justo en el punto en el que todavía ofrece una ligera resistencia al morderlo, como si estuviera ligeramente crujiente.
Pero con el paso de los días, pude ir mejorando mi técnica hasta llegar a un excelente risotto que aquí te voy a compartir:
Risotto de Puré de Calabaza
Ingredientes:
- 1 litro de caldo de verduras (puede ser casero o comprado)
- 300g de arroz Arborio (ideal para risottos)
- 1 cebolla grande, picada finamente, 150 gramos aproximadamente
- 300g de puré de calabaza (podemos procesarlo junto al caldo)
Pasos a seguir
Preparación del Caldo:
Calienta el caldo de verduras en una olla a fuego medio. Mantenlo caliente durante todo el proceso de cocción del risotto. Esto sirve para que el arroz no pierda temperatura. Debemos agregar el puré de calabaza al caldo para que se integre bien.
Sofreír la Cebolla:
En una sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio o manteca, lo que mas disfrutes.
Agrega la cebolla picada y sofríe hasta que esté transparente y ligeramente dorada. O puedes optar por caramelizarla un poco mas si así te gusta, yo lo recomiendo.
Añadir el Arroz:
Incorpora el arroz Arborio a la sartén con la cebolla y revuelve para que se impregne de aceite y se caliente un poco, alrededor de 1 minuto. A este proceso, se le llama nacarada y según una importante fuente:
A medida que el almidón se gelatiniza, el arroz se vuelve más suave y comestible. Sin embargo, el núcleo del grano permanece un poco firme y translúcido, lo que le confiere una apariencia similar a la de una perla (de ahí el término “nacarado”).
Cocinar el Risotto:
Vierte una cucharada del caldo caliente sobre el arroz y la cebolla. Remueve constantemente hasta que el líquido se haya absorbido por completo. Una practica habitual es antes de agregar el caldo, echarle vino blanco de tu elección y dejar que se evapore el alcohol, luego podemos seguir con el caldo.
Repite este proceso, añadiendo una cucharada de caldo cada vez que el anterior se haya absorbido, y revolviendo constantemente. Este paso llevará unos 18-20 minutos en total. El arroz debe cocinarse hasta que esté al dente, tierno por fuera pero ligeramente firme por dentro.
Rectificar la Sazon:
Prueba el risotto y ajusta la sazón con sal y pimienta al gusto.
Sirve el risotto caliente en platos individuales y, si lo deseas, puedes espolvorear un poco de queso parmesano rallado por encima antes de servir.
Podemos servirlas con unas verduras asadas, a mi en lo particular, me gusta que el risotto sea el plato estrella y que todo lo agregado no sea mas que un acompañamiento.
Bueno, espero que lo hayas disfrutado. Si bien, esto es algo sencillo de replicar, hacerlo a la perfección lleva su tiempo y su practica, en un restaurant donde todos los días se hace risotto es fácil sacar la técnica, pero en casa esto puede llevar un tiempo. Lo mas importante es no tirar todo el caldo de una sola vez.
Hasta aquí, lo de hoy, espero que sigan bien y disfruten de su día, hasta luego !
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