El cliente

Me acuerdo una vez, trabajando frente al público en un resto, un cliente que era algo habitual de lugar, a veces iba  a la barra, no le gustaba charlar mucho, pero cuando iba con una chica,  buscaba charlar, o preguntaba cosas sobre la comida o de las bebidas.

Una vez, se sentó en la barra, con esta chica, que hasta donde creí, era su pareja o talvez simplemente una amiga, me empezo a preguntar sobre el wasabi.

Le comente cómo comer wasabi:

Hay muchos cuentos detrás del wasabi, que se come sobre el sushi, que se come con la soja, que se come solo…

Si lo tomamos como lo que es, un condimento, podes ponerlo en la soja, pero eso hará que todo sepa igual, entonces podes optar por ponerlo sobre la pieza que quieras comer y listo.

El me comentaba que le gustaba, pero que a veces le pasaba que comerlo le molestaba por el picor.

Le expliqué que eso depende de varios factores:

La cantidad, obviamente que se si te mandas muchos, cual hulk, te va a picar un montón, es apenas, la idea es que condimente.

Lo otro que le comentaba es que si le pica mucho, evite hablar o tomar agua esos segundos en los que entra a la boca y siente el picor. El hecho de que entre aire lo hace más volátil y se siente que pica a un más.

hasta aca todo bien, una charla con un cliente que le gustaba preguntar y escuchar.

El problema fue cuando

la chica hizo una pregunta,

creo que preguntó algo sobre el jengibre..

El tipo no hizo nada más que mirar fijo.

Cuando estas con público o con personas que te están preguntando o charlando sobre la comida, es bueno hablar e ir integrando a todas las personas, para ver quienes te quieren preguntar algo o quienes se están interesando en la conversación.

En todo momento, el chabon miraba como si solo lo tenia que mirar a el, o al menos asi me sentia.

Mientras respondía la pregunta de la chica, buscaba mirarlo a él para que este dentro de la conversación y se relaje. no se lo notaba nervioso por la situación, pero la mirada era algo intensa.

cliente y cocinero hablando

Como para darle un sentido.

Cuando nos comunicamos con los clientes, o con alguien que está consultando algo y son más de uno, lo sano, por así decirlo, es mirar a cada uno un ratito y cambias de persona.

Siempre la mirada a los ojos, frente en alto, mentón elevado, mas que nada para que la voz salga más clara, y se nos pueda escuchar bien.

No te quedes mirando por mucho tiempo a una sola persona sin incluir a los demás.

Tambien tenes que dejarlos hablar a ellos, así que cada tanto date un respiro, si intentas explicarles absolutamente todo, será más bien una clase de cocina que una charla.

Y respeto por el cliente, pero siempre conociendo los límites de tu valor. Sos empleado, y no un robot de cocina. No te dejes maltratar por un cliente.

– ¡Hola! – ¿Te puedo ayudar con algo ? – ¡muchas gracias! –

En cuanto al cliente, terminó todo muy raro.

Lo encontró la mujer saliendo del lugar, le chocó el auto, y se fue.

FIN

 

Categorías: Historias

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